Profanadores

Muchas veces el trabajo periodístico se torna, cómo decirlo...monótono. La estructura de la noticia, la pirámide invertida y otras cosas, muchas veces se hacen de forma casi mecánica. Pero para salir del tedio, me relajo escribiendo de forma tal, que algunos podrán decir que mezclo géneros y estilos, pero esa es la única forma de "relajar el nervio", por eso quiero compartir una nota sobre un nuevo hecho de profanación en el cementerio de Coyhaique:

Según las informaciones recabadas, cerca de las 23:00 del pasado domingo, el nochero del campo santo, Luis Vargas, logró divisar en la penumbra de la fría noche coyhaiquina, las tenues y espectrales sombras de tres individuos. Acostumbrado a estas lides, y sin temor a lo desconocido, Luis Vargas encaminó sus pasos, sigilosamente por la penumbra, para ver a quienes pertenecían las siluetas divisadas desde la lejanía. Con la respiración entrecortada encendió su linterna, que cortó en segundos la oscuridad del lugar, apuntando hacia los tres sujetos, quines la verse sorprendidos huyeron en dirección al río Coyhaique, que a esas horas corría gélido serpenteando por la ciudad.
Posterior a eso, y sin demostrar temor alguno, Vargas continuó su recorrido por el cementerio, dirigiendo sus firmes pasos hacia el sector norte de la necrópolis, hasta el lugar conocido como Las Animitas. Cuan grande fue su sorpresa al percatarse de la presencia de otro individuo, quien la verse sorprendido por el vigía nocturno, rápidamente extrajo desde sus ropas un arma de fuego con la que procedió a apuntar al nochero, quien raudo corrió por entre las tinieblas para salvar su vida, dejando atrás el destello del percutor, que alumbro las tumbas cercanas, y el ensordecedor ruido característico de los disparos. Afortunadamente, Luis Vargas resultó ileso.
Al pasar de un rato, Vargas recobró el aliento, y armado sólo con su valor, se dirigió hasta Las Animitas, donde muy a su pesar, se encontró con una cruz invertida y frases obscenas escritas sobre las lápidas con plumón.
La investigación de tan horrendo acto de profanación, segundo en lo que va de esta año, la lleva el fiscal en jefe Luis González Aracena, en conjunto con la Brigada de Investigación Criminal de la Policía de Investigaciones de Coyhaique.