Hunger Strike

Revisando mis discos me encontré con Temple of the Dog, ¿se acuerdan?, yo creo que si.
La cosa es que lo puse y me llegaron muchos recuerdos de cosas altamente positivas en mi vida. Amigos, tocatas, pelos largos, gorros de lana y muchas chaquetas (necesarios en Valdivia). A medida que pasaban los temas los recuerdos eran cada vez más gratos, en eso estaba cuando comenzó a sonar “Hunger Strike” e inmediatamente se me vino a la memoria mi gran amigo Marcelo (cucaracha, para los más cercanos).
El “chelo”, es de esas personas que se encuentran pocas veces en la vida. Poco expresivo con sus sentimientos y de carácter fuerte, casi tosco, pero no por eso mala persona. Es de esos que cuando más se necesitan están ahí, sin que tu lo pidas, quizás por eso su vida no ha sido fácil, pero tampoco muy difícil.
Ahora que estoy lejos de Valdivia, me doy cuenta que él es una de las pocas personas a las que hecho de menos. Quizás no lo esta pasando bien, pero creo, y la vida así me lo ha demostrado, que cuando uno menos lo espera las cosas cambian, y no tengo dudas de que para él las cosas van a cambiar y para bien.
No se si esto lo va a leer, pero creo que era necesario expresar algunas cosas hacia su persona. A la distancia, ¡SUERTE AMIGO. SI EN ALGO, ALGUNA VEZ TE PUEDO AYUDAR ESPERO ESTAR AHÍ!

P.D: Sigue disfrutando lo más hermoso que te dio la vida…Gonzalo, tu hijo.

Si alguien quiere saber la maraña musical que derivó de Temple of the Dog, pincha aquí.