Esas extrañas vueltas al pasado.

Es increible como un olor, un color, una nota musical, un ruido, un paisaje, una micro, una palabra; una simple mirada a tu entorno puede crear todo un universo imaginativo en tu cabeza que te lleva a recordar momentos del pasado, pueden ser buenos o malos, pero recuerdos al fin.

Alguna vez pensé que si me alejaba de todo lo que alguna vez me rodeó, que si lograba ver gente diferente, comenzar de nuevo, podría olvidar y escapar de recuerdos que aún no se si son buenos o malos, pero no. No sirvió de nada.

El otro día viaje a Santiago, tratando de "cambiar de aire", y por alguna extraña razón o la ley del destino o como quieran llamarle, el hotel en que me quedé estaba justamente en frente del parque en que alguna vez jugué cuando era niño y ya más viejo, recorrí acompañado de alguien que fue algo más que una amiga. Me junté con unos amigos y nuestros pasos nos llevaron hata un boliche en donde ya había estado acompañado de otra gente. En el momento no lo comenté ni le di importancia.

Al otro día tuvimos una cena, y adivinen qué...ya había estado ahí. Las mismas calles, los mismos olores...los mismos recuerdos.

Finalemente cuando me regresé a mi tierra provisoria, el transfer que me llevaba al aeropuerto recorrio todas las calles por las que alguna vez caminé con mi viejo, recorrí con amigos de infancia que nunca más volví a ver; paso en frente de la casa en donde alguna vez lloré, rei y más de grande, supe lo que era el placer tierno de las caricias mutuas con esa persona que les dije fue más que una amiga.

En fin, alguien dijo que las cosas pasan por algo...yo no sé.