INDIGNANTE
INDIGNANTE, así es lo que sucedió con la detención del presidente del colegio de periodistas de Aysén durante una manifestación efectuada por la Coalición Ciudadana por Aysén reserva de Vida el pasado jueves en nuestra capital regional. Indignante por la forma en que fue detenido y doblemente indignante al escuchar las declaraciones emitidas tanto por el vocero de gobierno como por la autoridad de carabineros, siendo a todas luces esta última confusa y poco consistente.
Pero vamos viendo los hechos. El periodista en cuestión fue detenido en momentos en que no participaba de la manifestación sino que la cubría como periodista de la coalición, fue detenido, no sucediendo así con los demás reporteros. Según las versiones que circulan, la detención se realizó por una supuesta agresión verbal del periodista a carabineros, cosa que no se aprecia en el video, subido a Youtube.com. Pero más allá de la detención, hay ciertos puntos preocupantes que deberían comenzar un debate a nivel de medios y a nivel de sociedad.
Según las declaraciones de carabineros, se lo detuvo porque “no era un rostro conocido de los medios de comunicación local”, o sea que frente a eso podemos, perfectamente hacer una relación un tanto bizarra y morbosa: los conocemos, los tratamos bien y nos publican. También podemos pensar que según el razonamiento esbozado en las declaraciones un periodista pierde su calidad de tal cuando “deja de ser conocido” o cuando deja de trabajar en un medio o en el servicio público…no señores, la cosa no es así, y si así lo piensan algunos…muy mal por ellos.
Probablemente hay quienes pueden decir que el presidente del colegio de periodistas no puede ejercer su profesión mientras ostente dicho cargo, pero no se supone que uno tiene la posibilidad de ejercer libremente su profesión. Si a alguien le molesta eso, están las instancias para presentar las quejas. Instancias a la que cualquier ciudadano puede concurrir.
Por otro lado es altamente preocupante que en estos días en que todos enarbolan la bandera de la democracia y los derechos ciudadanos se repriman a quienes, pacíficamente, manifiestan su descontento con lo que consideran errado. O sea que ahora nadie puede decir lo que piensa o siente sin el temor a ser reprimido o encarcelado por eso. No se olviden que muchas de las batallas dadas en años anteriores fueron ganadas por quienes arriesgando mucho más que un puesto de trabajo se atrevieron a decir lo pensaban en los medios de comunicación.
Creo que a raíz de esto debemos debatir sobre las libertades individuales y sobre la libertad de prensa, la libertad de esa misma prensa a la llaman algunos “demócratas” para “pedir” que su publique alguna nota; esa misma prensa que informa y denuncia y esa misma prensa que no debe ser instrumental a ningún poder.