Y se nos movió el piso...

Y se nos movió el piso. Luego de esperar tanto, se nos movió y harto; y en vista de lo sucedido, sería bueno que se les moviera, agrietara y deslizara el piso a todos los que no “dieron el ancho” frente a esta lamentable situación.

Recuerdo cuando dije que este invierno, sería menos frío que el anterior…farso, farso, farso. Este invierno será más frió y más melancólico porque así lo quiso la naturaleza, la Pachamama, claro que ayudada por algunos seres brillantes e iluminados que sentados desde sus cómodos escritorios y sus calefaccionadas oficinas les dijeron a todos que nada pasaría, que todo estaría bien, que tenían todo controlado. Lamentable.

“Tuvimos un plan de contingencia operativo al momento de sucedido el hecho”, ¿en serio?, la gente de Chacabuco tenía médicos disponibles…mmmmm, al parecer no lo tenía, cosa grave si hace cuatro (4) meses que se sabía que algo así sucedería. Mi vieja, que algo sabe de la vida, utiliza una frase que hasta ahora me ha servido mucho “lo que se ha de cocer, que se vaya remojando”, con esto ella se refiere a que las cosas se conversan enseguida, lo preparativos de cualquier cosa se hacen ahora, ya, y no esperar a que se nos vengan las cosas encima…en este caso el cerro.

No se si lamentablemente o afortunadamente al momento del terremoto y tsunami (como se titula en la prensa), no estaba en la región y desde afuera se ven las cosas de diferente manera. Mis amigos, el negro en especial, me preguntó si las autoridades sabían de esto, si estábamos preparados para enfrentar la situación…en fin, me hicieron varias preguntas, y no sólo él…todos mis amigos. ¿Y que les podía responder?...que sí; que estábamos preparados para esto y que la gente tenía claridad sobre el fenómeno. No podía decirles eso porque no era ni fue así. La mala información entregada por muchos terminó por confundir a la población, y en una región sin cultura sísmica, se empeñaron en decirle a la gente que hacer y se olvidaron de decirles algo sumamente importante; no se preocuparon de decirles qué es convivir con temblores. Entregaron folletos, aparecieron en la foto y pelearon con el alcalde…pero la parecer la gente quería otra cosa…los VOTANTES querían algo más.

En fin, ya fue, sucedió y debemos agradecer a los dioses que no fue peor la ya gran tragedia sucedida. Ahora, frente a esto, veo una tragedia de otra índole, una tragedia picante, una tragedia mediocre; esa tragedia que dice relación con los balances políticos de la visita de la Presidenta, si esta triste visita le traerá consecuencias políticas…que importa, la gente es la importante, y si de balances políticos debemos hablar, creo que ese terremoto se debe sentir en Coyhaique.

Compañero, camarada, correligionario...me da lo mismo

Compañero, camarada, correligionario, amigo, compadre...quien no ha escuchado eso antes. Recuerdo que cuando llegué por estos lados esas fueron algunas de las cariñosas palabras que escuché. La verdad, como me digan me da igual, ya que las “entonaciones” políticas y la carga emocional de cada una de esas palabras...poco me importa. Pero al parecer a muchos sí les importa la forma en que los llames, y eventualmente esa pequeña palabra te puede abrir o cerrar muchas puertas, cosa que personalmente encuentro una estupidez de forma mayor.

Cuando llegué a esta alejada y hermosa región, una de las primeras cosas que me preguntaron era si “militaba” en algún partido político...militaba...MI-LI-TA-BA, ¡qué estupidez más grande!, a quién le importaba si militaba o no. Poco importaba si había salido de la universidad, mi desempeño en otras pegas, o si por último sabía o no escribir...¡NO!, lo importante era si militaba. Un “compañero” con un tufo trasnochado y con olor a naftalina me dijo “compañero, acá las cosas se mueven en forma política, así que arrímese a mi lado, firme la ficha y lo acomodamos rapidito”, en ese tiempo la frase de operador picante no existía...mediáticamente. Después en un asado (no podía ser de otra forma) un correligionario me hizo el mismo ofrecimiento. A esas alturas, entre compañeros, correligionarios, camaradas y demás denominaciones de origen, ya estaba empezando a aburrirme y casi me declaro nazi, anarquista, libertario y trosquista; pero me aguante.

Siguió pasando el tiempo y esa estupidez casi paranoica de querer encasillar a todos en algún partido por la mitad, comenzó a tomar una fuerza inusitada...galla. Como trabajaba en “los medios” comencé a moverme en ese conventillo político y todo lo malo era por culpa de un compañero herido, de un camarada sentido, de un flojo que lo echaron por chanta, en fin, todo lo malo que pasaba en ese mundo era culpa de terceros, nunca de los inoperantes de siempre. La cosa es que me fui acostumbrando a ese fango, que en nada ayuda al desarrollo de nadie, y decidí mirar todo desde lejos...y fue para peor.

Como no estoy ni ahí con las etiquetas, me juntaba y me sigo juntando con muchas y diferentes personas, producto de eso, según algunos, he firmado por la DC (que no hay que confundir con la DC Comics); el otro día supe que también había firmado por los socios, en fin, creo que a más de alguien el ha pasado algo similar.

Lo más triste de todo, es que con los ejemplos de políticos añejos, oscuros y algunos bastante alejados de los preceptos (con eso los deje locos) de lo que se refiere a un buen político, pocas ganas dan de ser “militante”. ¿Alguien en el último tiempo ha visto declaraciones de los dirigentes sobre temas coyunturales de la región?, ¿alguien a tratado de contar cuantas denominaciones hay de cada uno de los partidos políticos? Y que decir de las famosas tendencias que les importan sólo a quines han lucrado del poder y del gobierno durante los últimos 10 años.

En fin, hoy me puse grave, y casi serio, pero era necesario compartir con ustedes algo más que meras anécdotas...¿o no?

“Se cayó el sistema, vuelva más tarde”

“Se cayó el sistema, vuelva más tarde”. Cuantos de nosotros hemos sido víctimas de esta fatídica frase que de la nada nos dice que la cola que hicimos por más de 10 minutos no sirvió de nada; que esa salida de la oficina más temprano con alguna “chiva” del tipo gestión fue en vano. Y lo peor de todo es que además nos dice entrelíneas “teca...vay a tener que volver a hacer la cola...again”.
Lo más frustrante de la situación es que la inoperancia de algunos que se escudan detrás de esa fatídica frase demoran los procesos de todo tipo; y lo que es peor, nos demuestran que como güenos shilenos hacemos todo a la buena onda y no estamos preparados para enfrentar alguna crisis que requiere de soluciones rápidas. Estamos tan acostumbrados a hacer sólo lo que se nos pide que no vemos más allá del teclado del computador...¿o será que los puntitos luminosos del monitor nos están dejando cada vez más miopes...intelectualmente?
El otro día fue uno de aquellos, para variar en mi existencia, les cuento. Alguien me pidió que le fuera a cancelar la mensualidad a un instituto en proceso de crecimiento tecnológico (acá en la región). “Anda temprano por favor, para poder matricularme e inscribir mis ramos”, esa fue la pedida, y acepté, total, era un simple trámite...en mi mente. Como me lo pidió, fui temprano. Esa mañana hacía un frío de mierda y el tiempo que tenía no era mucho, así que esperaba que todo terminara lo más rápido posible. La cosa es que cuando llegue a eso de las nueve y cuarto de la mañana, “el de la ventanilla de pago”...no estaba y nadie sabía donde ubicarlo. Para esperar fui a la cafetería del lugar, pido un café, pago...y como era temprano...¡no tenían vuelto! A esa altura ya quería mandar todo a la cresta, pero como era un favor, me relaje. Luego de TREINTA MINUTOS, apareció el de la ventanilla de pagos, mi alegría creció y mi esperanza en los humanos también. Con mi mejor cara le doy los buenos días, le digo que vengo a pagar, le doy el carné de la persona, saco el dinero, y luego de mirarme y escuchar atentamente mis palabras me dijo
- Sabe, va a tener que volver más tarde...porque se cayó el sistema...
- ¡SE CAYÓ EL SISTEMA!, ¿y no hay otra solución?
- NO.
Se dan cuenta que no somos nada sin sistema. A lo anterior se sumó que la otra vez traté de pagar en el “Centro del Hogar” y estaban sin sistema y así se mantuvieron varios días, los mismos que después me cobraron...¡por mora! Intereses por atraso que ellos mismos me provocaron.
Cosas como esas creo que pasan en todo Chile y a todo nivel, pero lo que no acabo de entender es cómo no tenemos una salida alternativa a ese contratiempo, cómo no poder dar respuestas o buscar soluciones a la “caída del sistema”. O sea que si mañana queda “laca” y se nos cae el sistema por tiempo indefinido...no tenemos nada más que hacer que encomendarnos a algún santo informático y esperar mientras nos da su divina señal de respuesta, o definitivamente buscamos soluciones rápidas, que en definitiva van en beneficio del cliente, del que paga, del que pone la lucas para que se implemente “el sistema”. O de lo contrario, queda más que claro que esos de la regionalización y la autonomía de las regiones vale mushroom y todo, finalmente, se centraliza en Santiago..o donde este el sistema.